Estados Unidos, 2024
Dirección: Sarah Friedland
Fotografía: Gabe C. Elder Montaje: Aacharee ‘Ohm’ Ungsriwong Sonido: Eli Cohn Producción: Alexandra Byer, Matthew Thurm, Sarah Friedland. Productora: Rathaus Films, Go For Thurm. Con: Kathleen Chalfant, Carolyn Michelle, Andy McQueen, H. Jon Benjamin
Duración: 90 minutos
Ruth Goldman, una mujer mayor con demencia, cree que sale de su casa para ir a un hotel pero, en realidad, llega a un residencial para la tercera edad. Mientras se resiste a identificarse con sus vecinos ancianos, debe lidiar con una variedad de caras, rutinas y entornos nuevos. Finalmente, logra conectar con algunos de los trabajadores del lugar y abrazar las experiencias sensoriales de la vida diaria en comunidad. Pero cuando su realidad se hace evidente, se siente traicionada y huye de las instalaciones.
La directora Sarah Friedland realizó su film en colaboración con residentes y trabajadores de una comunidad de jubilados de Los Ángeles, proponiendo una innovadora narrativa de la vejez, que defiende el derecho a la identidad y el respeto por la autonomía y la libertad de todas las personas.
Familiar Touch es una opera prima talentosa, inteligente y conmovedora para tratar un tema difícil. ¿Queremos ver en la pantalla lo que casi seguramente deberemos, tarde o temprano enfrentar en nuestras vidas? La directora parece decirnos que sí, porque se ha encargado que su película no sea una tragedia ni esté exenta de esperanza.
Friedland se las arregla para que leamos muchas cosas entrelíneas. Que los adultos mayores también flirtean, por ejemplo, aunque nos lo recuerde de una manera tan conmovedora como incómoda.
Familiar Touch narra un proceso de adaptación: el de Ruth a su nueva vida. Un proceso a la vez confuso, triste y divertido que muestran la lucha de la anciana por mantener su dignidad y aferrarse a su identidad frente a un torbellino de cambios.
Friedland se acerca con respeto a su personaje y lo va revelando, no solamente por las maneras que se va adaptando a su nueva realidad sino por lo que develan de su pasado. Sin embargo no se limita a ello, ya que extiende el campo de batalla hacia el entorno: médicos, familiares, cuidadores.
Sarah Friedland es una joven cineasta y coreógrafa estadounidense, nacida en 1992. Familiar Touch, su primer largometraje se estrenó en el 81° Festival Internacional de Cine de Venecia, donde ganó el premio a Mejor Dirección en la sección Horizontes. La película ganó, además, el “León del Futuro Luigi de Laurentis” a la mejor ópera prima.